lunes, 19 de noviembre de 2012

La barbarie genocida de Israel



Israel vuelve a dar muestras de su crueldad, su dudosa moralidad y su inexistente sensibilidad lanzando una ofensiva desproporcionada contra un pueblo humillado y prácticamente indefenso. La razón que esgrime el primer ministro Israelí, Benjamín Netanyahu, es el lanzamiento de cohetes de fabricación casera qassam por parte de las milicias palestinas. Cohetes que solo muy ocasionalmente causan bajas y que, en todo caso, son la única respuesta que puede ofrecer el pueblo palestino a las constantes violaciones de derechos humanos a las que le somete Israel con el apoyo de EEUU y casi toda la comunidad internacional.

Pero esa razón se ha puesto en cuestión desde numerosas organizaciones y colectivos internacionales e incluso desde sectores de la población israelí. No queda ni un mes para la celebración de elecciones en Israel y todo apunta a que el primer ministro israelí ha ordenado esta ofensiva con el fin electoralista de ganarse a los votantes de la extrema derecha del país. Jugadas como esta tienen precedentes. En 2008 Israel lanzó, poco antes de sus elecciones, una ofensiva por tierra mar y aire contra Gaza que se saldó con 1400 víctimas palestinas, la mayoría de ellas mujeres y niños. En el lado Israelí solamente se produjeron 11 bajas.

Bombas de fósforo lanzadas por Israel sobre Gaza durante La operación Plomo Fundido de 2008
En los últimos años del conflicto, Israel ha levantado un muro que aísla la franja de Gaza, la ha bloqueado marítimamente, ha sometido a controles militares diarios a los ciudadanos palestinos, ha asaltado barcos de cooperantes de diversas organizaciones internacionales de solidaridad con palestina asesinando a 9 cooperantes, y ha intensificado la construcción de asentamientos judíos en territorio palestino, expulsando por la fuerza a sus legítimos dueños. Definitivamente ha demostrado ser un estado terrorista, que al igual que su maestro y fiel aliado EEUU, ha utilizando a sus servicios secretos para cometer numerosos asesinatos a lo largo de todo el mundo, saltándose toda legislación internacional.

Parece que el pueblo de Israel ha olvidado su triste pasado en el que fueron vilmente perseguidos y masacrados y la víctima se ha convertido en verdugo. En verdugo de un pueblo inocente que lo único que intenta es sobrevivir, defenderse y ante todo, mantener su dignidad. Ha convertido la franja de Gaza en el campo de concentración más grande del mundo. Un campo al que somete a constantes bombardeos.

Sin embargo el mundo se empeña en calificar de terroristas a las milicias palestinas. Unas milicias, que por cierto, engrosan sus filas con cada bomba que lanza el ejercito israelí. ¿Es que acaso el pueblo palestino no tiene derecho a defenderse ante tal tropelía de barbaridades a las que son sometidos? Los cohetes con los que cuentan las milicias palestinas, de escaso alcance, precisión y efectividad,  son el equivalente a piedras lanzadas contra un muro de hormigón. En absoluto son una amenaza para una potencia militar como Israel, y la muestra son las escasas bajas que producen.

Desgraciadamente, mientras los intereses económicos sigan por encima de la moralidad y la ética, las potencias occidentales, lacayas de EEUU, seguirán mirando hacia otro lado e ignorando la barbarie genocida de Israel. Esperemos que el nuevo panorama político creado después de las revoluciones árabes en los países de oriente medio ayude a equilibrar la balanza.

Libertad para el pueblo palestino!!! Free Gaza!!!

No cerremos los ojos. Esta es la barbarie genocida de Israel.


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